martes, 20 de septiembre de 2011

Crítica conciertos OSMH, por el señor Hoffmeister


HEREDIA Y SU PROYECTO SINFÓNICO    
Willy Hoffmeister


La Orquesta Sinfónica Municipal de Heredia tiene una larga historia y ha dejado memorias y conciertos por toda la provincia y, más recientemente, ha incursionado de lleno en el panorama nacional Los recuerdos de conciertos con voluntarios de la Orquesta Sinfónica Nacional, son imperecederos para aquellos que participaron, y  que ya retirados gozan de buena salud para continuar transmitiendo sus anécdotas. También, estos veteranos sin duda recuerdan las extensas celebraciones después de los conciertos.

Hace aproximadamente siete años, cuando asumió su dirección el maestro Eddie Mora, la Orquesta Sinfónica Municipal de Heredia experimentó un cambio radical. Se invitó a músicos jóvenes, algunos profesionales, y otros avanzados en sus estudios musicales. El promedio de edad actual de la orquesta es de unos veintitrés años. De este modo, gradualmente se fue haciendo realidad una nueva visión de música sinfónica en el ámbito nacional. La orquesta se concentraría en rescatar el patrimonio de composiciones orquestales nacionales y latinoamericanas, además del repertorio clásico menos conocido en nuestro medio, como las sinfonías tempranas de F. J. Haydn, por ejemplo.

El progreso gradual de la orquesta se evidencia en cada presentación, al punto de sonar como un grupo coherente, capaz de ofrecernos interpretaciones de un altísimo nivel musical, gracias a dos elementos fundamentales. Por un lado, una organización interna flexible, que permite el máximo aprovechamiento de cada uno de sus miembros. No hay puestos fijos, inamovibles, ni preferencias, sino que la única meta es el mayor rendimiento posible.  Por otro lado, el otro elemento es el trabajo minucioso durante los ensayos, bajo una batuta altamente profesional. Los últimos dos conciertos de la orquesta son prueba fehaciente de lo que se ha logrado hasta el momento.  

Hace dos meses, la interpretación de la obra del compositor ruso Igor Stravinski, Pulcinella, puso en evidencia el progreso logrado, y de la misma manera lo hizo con la pieza de Eddie Mora (1965), ¿Quién amanece?, magistralmente interpretada por el flautista Gabriel Goñii invitado especial para la ocasión.

El último concierto que se presentó el sábado 17 de setiembre en la Sala Magna de Heredia, y el domingo 18 en el Auditorio Nacional del Museo de los NIños, fue un concierto de gala. Para tal efecto, hubo cuatro distinguidos músicos cubanos invitados: el director de orquesta y compositor Guido López-Gavilán (1944), y un trío de violín, clarinete y piano, conformado por Fernando Muñoz, Dianelys Castillo y Leonardo Gell.

En la primera parte de la presentación, la orquesta dirigida por su director titular interpretó El Ascenso de la Alondra del compositor inglés Ralph Vaughan Williams (1872-1958), con el violinista Erasmo Solerti como solista. La ejecución se puede calificar de impecable. Tanto el solista como la orquesta hicieron gala de la más exquisita interpretación que se haya oído en nuestro medio, captando el espíritu delicado  y  casi etéreo de la música.

También se estrenó la obra, un tanto relegada, del compositor y maestro costarricense, Carlos Enrique Vargas (1919-1998), titulada Antígona, basada en el texto literario homónimo del tragediógrafo griego Sófocles Obra que merece ser rescatada por su indiscutible calidad. La sonoridad y claridad de la interpretación, dichosamente fue grabada, de un modo muy profesional, como parte del disco que presentará la orquesta a finales de año con las obras más sobresalientes del catálogo musical costarricense. La obra para cuerdas La lenta noche en tus ojos del cubano Roberto Valera (1938) fue muy aplaudida por el público.

También se registró en grabación el estreno de la obra de Marvin Camacho (1966) De profundis- Concierto para trío y orquesta, que fue dirigida por López-Gavilán. Esta es una obra compleja que presenta muchas sonoridades y que merece una atención más detallada, antes de pasar juicio sobre sus méritos. Para finalizar el concierto, el director invitado, López-Gavilán, dirigió una obra alegre de su autoria con raíz afrocubana, titulada Guaguancó,  que fue recibida con gran regocijo por la audiencia.

Es justo y necesario recalcar que la Orquesta Sinfónica Municipal de Heredia rompe el molde tradicional, tanto desde el punto de vista técnico, como desde su concepción artística. Por tanto, esta orquesta no puede ser comparada con otras orquestas nacionales, ya que es un proyecto musical diferente que busca la excelencia interpretativa a través de un arduo trabajo, enfocado con propiedad hacia el objetivo de poner en primer lugar nuestra música sinfónica.